Cada ecosistema no solo complementa el paisaje, sino que refuerza el concepto de sostenibilidad y conexión con el entorno. Todo está inspirado en las formas y patrones de la naturaleza, por eso son tan cautivadores para eventos como su boda.

• Los manglares son tan diversos como hermosos, siendo el agua la protagonista absoluta. Si bien no son escenario para las ceremonias, su presencia en el recorrido llena de magia la celebración.

• Las dunas costeras, con sus formas onduladas y su vegetación resistente, conecta el mar con el resto del paisaje en una belleza ideal para sesiones fotográficas.

• Los humedales están llenos de vida. Su serenidad y riqueza visual se integran con las actividades previas o posteriores a la boda, como caminatas guiadas que seguro sus seres queridos adorarán.

• Los senderos del bosque de Selva Baja son tan íntimos como espectaculares. Aunque la ceremonia no se haga aquí, es un camino natural que llevará a su altar.

• La laguna costera es la elección si quieren una actividad que complemente la celebración, como un brunch de bienvenida o un paseo en kayak.